BLESSED MOTHER CLELIA MERLONI | 1861–1930 | FEAST DAY: NOVEMBER 20
When Bl. Mother Clelia was only three years old, her mother, Teresa Brandinelli, died. Her father, Joachim Merloni, a wealthy industrialist, remarried Maria Giovanna Boeri, who together with Clelia’s grandmother gave the child a solid Christian formation and helped her develop a strong and faith-filled personality. In 1876 Clelia began her cultural formation as a student with the “Daughters of Our Lady of the Purification” in Savona. After only one year, she had to leave school due to fragile health. Her father immediately acquired teachers to give Clelia lessons in foreign language and piano. His father dreamed of a luxurious life and an extravagant marriage for his beloved daughter. But what truly moved Clelia’s heart was the deep desire to consecrate herself to God in religious life. In 1892 Clelia entered the Congregation of the “Daughters of Our Lady of Providence” in Como, where she dedicated herself to religious life with zeal and joy. Almost miraculously, she recovered from a very serious lung disease when the doctors gave no more hope of recovery. At the end of a novena to the Sacred Heart of Jesus and to the Immaculate Heart of Mary, Clelia was restored to perfect health. She realized that God’s plan for her was to found a religious Congregation of sisters consecrated to the Sacred Heart of Jesus, who would dedicate themselves to the wellbeing of the poor, the orphans, the abandoned, offering all their good works and their lives for sinners. (In Clelia’s heart there was, above all, the fervent desire for the salvation of the soul of her father, an atheist and Mason).
On May 30, 1894 in the Church of St. Francis in Viareggio, Clelia together with two companions were presented as the first “Apostles of the Sacred Heart of Jesus.” A new Congregation was born. The institute grew rapidly. Clelia opened a school for young children, a home for the elderly and an orphanage, all thanks to the generous financial support of her father. To the extent that the number of sisters grew, so too did the works increase, even outside of Viareggio. With her father’s death in San Remo on June 27, 1895, Clelia became the sole beneficiary of the huge inheritance. Her father’s deathbed conversion was the fruit of all the prayers and sacrifices which Clelia offered for this intention for many years.
PAPA SAN LEÓN MAGNO | ~400–1906
DIA FESTIVO: 10 DE NOVIEMBRE
El pontificado del Papa León I abarcó la mitad del siglo V (440-461). Fue una era marcada por grandes disturbios, tanto en el mundo como en la Iglesia. Uno de los eventos más famosos de su papado ocurrió en el año 452, cuando toda la península itálica temblaba ante la invasión de Atila, el huno. Grandes partes del norte de Italia ya habían caído ante el invasor; las ciudades de Aquilea, Padua y Milán fueron conquistadas, saqueadas y reducidas a escombros. Atila, amenazando el interior de Italia, acampó cerca de Mantua, a orillas del río Mincio; y fue allí donde se encontró con León, el obispo de Roma. León había llegado al frente de una delegación para persuadir a Atila de que retirara sus tropas. Según una leyenda posterior, durante las negociaciones, Atila tuvo una visión de los apóstoles San Pedro y San Pablo, quienes, portando espadas desenvainadas, amenazaban a Atila si se atrevía a atacar la ciudad de Roma. Esta historia se puede ver representada en el Palacio Apostólico, en frescos de Rafael.
Tres años después, le tocó de nuevo al Papa León enfrentarse solo, sin ayuda humana, ante un ejército conquistador. Genserico, rey de los vándalos, apareció a las puertas de Roma; y aunque el gran Papa no logró persuadirlo de que perdonara la ciudad, sí consiguió que se comprometiera a respetar la Archibasílica de San Juan de Letrán y las Basílicas de San Pedro y San Pablo. La ciudad fue capturada, pero miles de personas inocentes se salvaron al refugiarse en los templos cristianos. Su mayor triunfo fue el Concilio Ecuménico, promovido por él, que se celebró en Calcedonia. Allí, los Padres Conciliares reconocieron y reafirmaron la verdad de la unión de dos naturalezas —divina y humana— en la única persona de Jesucristo. En casi 100 sermones y cartas que han llegado hasta nosotros, el “Gran Papa” se muestra tanto como teólogo como pastor: atento a la importancia de la comunión entre las iglesias, pero sin olvidar nunca las necesidades de los fieles. Fue el primer Papa llamado León, y el primer Papa recordado como “el Grande”. Es uno de los dos únicos Papas (el otro es Gregorio) reconocidos como Doctores de la Iglesia. Cuando murió en 461, se convirtió en el primer Papa enterrado en la Basílica de San Pedro. Sus reliquias se conservan en la nueva Basílica de San Pedro, cerca del Altar de la Cátedra, en una capilla dedicada a la “Madonna de la Columna.”